Hace no mucho un amigo me decìa un dìa: "EN la paz si te la manejas bien, todos los dìas son como vacaciones"
Es verdad que uno tiene obligaciones, cosas con las cuales lidiar, como arreglar el drenaje de la casa, o sacar la basura los martes en la noche.
Pero en si, el ritmo con el que te deja vivir la Paz, o con el que se deja vivir, es bien agusto, y en ocasiones si se siente como estar en vacaciones. Y màs en estos meses de verano en los que el sol se pone pasandito las 8 y a las 6 aùn esta el dìa rebozante para ir a caminar al malecon, echar las chelas, o maleconiar un rato en el coche, con el buen pana, reggae de fondo, y matizando mientras el sol se pone en el horizonte, sin duda toda una vacaciòn, o mejor aùn un estado de vida.
EL sàbado el panita y yo, decidimos cambiarnos de hogar, para sentir ese calorcito que la casa debe tener, y lo màs importante, un baño que funcione, menos gallos, y polvo.
Despuès de la mudanza, que durò casi todo el dìa, pero en la cual aprovechamos para hacer una pizza (que parecìa ravioles) buenìsima, desde la masa hasta el horno que previamente cargamos por las escaleras e instalamos.
EL domingo pintaba como un dìa tranquilo, pero tenìamos que terminar de instalarnos e igual ir a la playa. Los planes que la Paz nos tenìa preparados eran distintos.
EL pana me despertò avìsandome que unos compas le habìan pedido ir a la marina a echarles la mano con un velero y a cargar un motor, Nos lanzamos los dos despuès de desayunar y para cuando llegamos el trabajo ya pràcticamente habìa terminado y estos manes nos esperaban con un cevichito y unos chescos helados.
Despuès de comer ayudamos a cargar un motor y a instalarlo en el dingy del impresionante catamaran donde estabamos comiendo.
La tarde continuaba, el dìa estaba calmito, con mucho sol, y el agua se miraba transparente, asi que el amigo nos propuso lanzarnos a ver tiburon ballena.
EL tiburon ballena, o pez sapo, es el pez màs grande, y el tiburon con mayores dimensiones en el mundo, y aqui en la paz, le gusta pasar algunos meses del año, donde se alimenta, con su gran bocota de sardinas, supongo.
Nos trepamos al dingy, y tras unos 20 minutos saltando sobre las olas, cual rodeo texano, de pronto vimos unas manchas en el agua, lo que parecìa una escuela de pescados, atras de esta, se veìa la temible aleta, la aleta que tantas pesadillas me ha dado desde que vi tiburon 1, 2 y 15. Ahì estaba, y habìa varias.
Este animalito, por grande que sea, tiene una actitud pasiva y relajada, y asì como estaba el agua sus manchas y su piel fina fina, relucian bajo el agua.
Me puse el visor y me baje lentamente del bote, solamente para abrir los ojos y percatarme que el mounstruo estaba frente a mi, lo que me hizo ponerme un poco tenso, pero de inmediato uno se da cuenta que este pez esta en su rollo, y no tiene intension alguna de interactuar con aquellos a su alrededor, incluso lo siguen cientos de pececillos que tranquilamente se posicionan debajo de la boca, y seguramente van aprovechando para comer las sobras.
EL pez sapo sigue su camino de forma pasiva, sin dar una sensaciòn de esfuerzo su gran masa atraviesa las aguas sin necesidad de esfuerzo. Yo me dispuse a seguirlo mientras las pataleadas me alcanzaran pero despuès de un rato el enorme animal te pasa de largo cambiàndo la direcciòn y uno tiene que frenar para que la aleta trasera no te de tus cachetadas porque el Tiburon no va a cambiar de rumbo.
De pronto uno queda a merced de los mares, sin nada enfrente, sin nada atràs, asì que para ubicarse uno asoma la cabeza sobre la superficie, solo para darse cuenta, con todos los mùsculos de la espalda tensos, que una aleta se dirije justo hacia donde estàs, un nuevo tiburòn navega hacia las sardinas que estàn a mi alrededor, la boca esta a unos 2 metros de distancia, solo queda tomar aire y sumergirse lo mas posible, para que la pansa pulida y blanca le pase a uno por encima como en camara lenta.
Otro espectàculo se producìa sobre el bote, donde estabamos pràcticamente solos en toda la bahìa. El dìa estaba tan tranquilo que uno podìa estar parado en el bote viendo y contando, 1, 2, 3, 4, 5, animales diferentes que se paseaban por ahì y nos pasaban por debajo del bote, justo dandonos oportunidad de meternos al agua y observar esta maravilla otra vez.
Siempre que veo a este tipo de animales en el mar abierto, me da la impresiòn de estar en un acuario, algo asì como si mi mente ya estuviera acostumbrada a catalogar a los animales demasiado extraños como simples piezas de un museo, pero aqui en su habitat natural resultan mucho màs impactantes y maravilloso.
EN ocaciones es dificil de creer, que uno esta bajo el agua y a un metro, esta un bicho que si quisiera te aplastarìa en un segundo, pero la tranquilidad bajo el agua es tan absoluta que a uno hasta le entran ganas de montar al caballito.
Sobre el bote ocurrìa otro acontecimiento, le llamaremos almuerzo.
En extraño estar en un bote y de pronto escuchar latigazos por todos lados, que es eso? Es el golpeteo de las cientos de sardinas qeu salen del agua, en un salto desesperado para intentar escapar de las fauces del sapo. EL conjunto de todos esos sonidos, prácticamente al mismo instante ocaciona el efecto latigazo, que una y otra vez tronaba en los oidos y sobre el agua se veìa como si de pronto el agua se cuarteara y uno solo apreciaba salpicones y tronidos.
EN un momento, uno de los tiburones, que para comer, se ponen pràcticamente verticales, mientras van deborando todo a su paso, avanzo hacia una gran escuela de sardinas, las cuales de forma desesperada se impulsaron fuera del agua, como queriendo volar, y escapar de las garras de todo lo que osa alimentarse, pues si no acaban en la boca de un depredador marino, sin duda acabaran dentro de una lata.
Las sardinas quieren volar, pero en ese intento un par de pelìcanos, de la nada, a toda velocidad, se clavan como misiles dentro del agua, para aprovechar el favorcito que el tiburòn acaba de proporcionarles, provecho.
Entonces dicen que ayer jugò Mèxico, hijoles tenìa ganas de verlo, pero se me cruzaron unos cuantos tiburones ballena.....
EL miercoles pa Lopez, haber como nos trata el verano...
lunes, 31 de mayo de 2010
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aaaaaaaaaaaaaaaa qe envidia que vivas en la playaaaaaaaaaaaa y que puedas nadar con tiburones ranas y ranas unicornios y comer pizzas deliciosas a veces me caes muy mal.
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